Pocas bandas pueden presumir de estar en los escenarios desde los años setenta hasta el día de hoy, y en buenas condiciones, muy buenas. Pocas bandas pueden permitirse desplegar un logo enorme del grupo en el suelo, para pisotearlo mientras actúan… ellos son los archiconocidos “chicos malos de Boston”. Ellos son, Aerosmith.
El domingo 27 de junio desplegaron todo su potencial en Barcelona, y llenaron el aforo del San Jordi.
Fue un espectáculo digno de ver, una banda entrada en años pero que se comportan con la vitalidad de unos chavales, mucho movimiento de aquí para allá, bailes y solos de batería (incluso sin baquetas) que demuestran que están con fuerzas para mucho más.
Tras los recientes rumores de una ruptura del grupo, Aerosmith ha salido de gira con ganas y están callando todas las bocas, sobre todo Steve Tyler, del que decían que ya no podía ni con los pañuelos que cuelgan se su micrófono, demuestra que tiene la misma capacidad de voz que hace unos años, ya sea en agudo o en grave y con un registro muy variado.
El concierto duro aproximadamente dos horas y con un repertorio muy bueno, lleno de éxitos. La nota negativa, si es que se puede llamar así, es que no tocaron Crazy, uno de sus mayores triunfos.
Sin duda, uno de los mas veteranos del Hard-Rock triunfo una vez mas.
La libertad de uno termina cuando empieza la de otro.
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